Ramón Gómez De La Serna
Semana 22. Maitena decía que hay tres tipos de embarazadas, como veis en la imagen.
Jamás pensé que pertenecería al tercer grupo y menos aún que respondería afirmativamente a la pregunta que le hacen a la mujer del dibujo.
Este descomunal aumento de tamaño me ha hecho cambiar drásticamente de vestuario para lo que he tenido que sumergirme en el desesperante mundo de la ropa de embarazada.
Básicamente hay tres grupos:
1. La ropa supercara.
2. La ropa superviejuna.
3. La ropa que no te vale.
No son grupos excluyentes, una prenda puede ser cara y viejuna al mismo tiempo, aunque estos dos grupos tienen la ventaja de que siempre encontrarás tu talla. El grupo de ropa que no te vale está reservado a las prendas que te gustan, pero que no podrás comprar porque se ha agotado tu talla.
Cómo me he acordado de esa gente que me decía que hoy en día se hace ropa moderna para embarazadas. Moderna si eres amish, claro. ¿Y qué decir de los que me felicitaban por estar embarazada en periodo de rebajas?. Porque todos sabemos que la ropa de invierno es siempre más cara, pero tras ver los precios de los jerseys estuve a punto de fabricarme una lanza con el palo de la Vileda y hacerme al monte para cazar osos.
¿Cómo me visto entonces?. Pues con ropa prestada, como hacemos todas, aunque los proveedores son distintos de los que imaginaba. Porque una piensa que tu madre, tu tía o tu vecina tienen guardada la ropa de cuando estuvieron embarazadas, esperando a que se la pidas en plan "Sabía que llegaría este día", pero no.
Te acabas vistiendo con chandals de tu padre y tu suegro, con marcas desconocidas y mascotas del pasado.
Cualquier otra en mi lugar se sentiría desplazada viendo a esas embarazadas elegantes y delicadas mientras una se viste como un peón de mudanza eslovaco, pero no es mi caso. Y es que, ¿acaso hay algo más femenino que una tetaza?. Gracias al embarazo soy más grande y potente que nunca, y las tetas se me han puesto como dos luchadores samoanos.
No se puede decir que haya estado nunca plana, pero de un tiempo a esta parte he perdido totalmente el control sobre mis tetas. Y es literal. El más mínimo movimiento hace que se sacudan atolondradamente.
![]() |
¿Sabéis lo que es pasar de esto... |
... a esto? |
![]() |
En breve tendré dolores de espalda y desde hace unos días duermo más a gusto con el sujetador. Esto último tiene un lado bueno, pues, volviendo al tema de la ropa, los sujetadores nuevos me han costado un dineral, así que de este modo al menos los amortizo.
Mis tetas antes eran unas tetas jóvenes y despreocupadas. Sólo pensaban en divertirse, en conocer gente y disfrutar. Éramos un equipo y nunca hicimos nada que nos perjudicara mutuamente. Pero ahora han cambiado.
Saben que sus días de fiesta se han acabado y se vengan anticipadamente de mí por convertirlas en comida para bebés. Y no las culpo. Si lo piensas da un poco de yuyu.
Hijas mías, tenéis un futuro dorado, si no olvidáis quién manda aquí. Más quiero que quede bien claro, ¡NO DARÉIS UN BOCADO SIN MÍ!.
FALTAN 53 DÍAS