lunes, 16 de enero de 2017

CAPÍTULO 28. MÚSICA PARA DORMIR BEBÉS

Cuídate de los que sólo ver desorden en el ruido y paz en el silencio.

Otto von Bismark

Recuerdo que cuando escuché por primera vez que la gente mojaba los chupetes en anís para dormir a los niños me pareció una burrada. Pero ya no.

No es que lo haya probado con mis hijas, pero entiendo perfectamente que la falta de sueño prolongada hiciese que las madres del pasado experimentasen cualquier tipo de remedio. Como no existe un método infalible y cada bebé es un mundo hay que seguir experimentando, pero vivimos en la era de internet, de modo que se pueden probar otras alternativas para relajar a los niños sin necesidad de alcoholizarlos. 

Y así es como el Profesor y yo acabamos buscando en youtube música relajante. Seguramente no os hacéis una idea del amplísimo catálogo de vídeos que hay subidos especificamente para dormir bebés, pero la búsqueda no iba a resultar sencilla.

-¿No te gusta éste? -el Profesor pensaba que ya habíamos acabado en cuanto empezamos a oír el primer vídeo, pero al ver mi cara fue consciente de que la cosa no había hecho más que empezar.
-Es que no sé por qué suena ese chorro de agua de fondo -dije yo- Se van a mear.
-Bueno, pues a ver éste.
-Qué dices, quita eso. Parece como de una peli de terror.
-¿Y éste?
-No, pero aquí sale una tía cantando.
-¿Y?
-Que yo quiero sólo música.
-¿Qué más da?
-Pues que las niñas van a oír una voz en su habitación, no van a ver a nadie y se van a asustar.
-Anda ya...
-Que sí, ¿no ves que los demás vídeos son sólo la música? Es lo que buscamos las madres... 
-Pues tiene 82 millones de visitas.
-Me da igual. Pon otro.
-Mira, Mozart para bebés. Aquí no canta nadie.
-Ya, ¿pero realmente queremos que se duerman con música clásica? A ver si luego al crecer la oyen, les entra sueño y quedamos todos en ridículo. Busca música ambiental.
-¿Así?
-¿Pero por qué empieza a sonar una guitarra? 
-Pues a mí sí me gustaba.
-Si no empieza mal, pero la guitarra sobra. Para eso les pongo un disco de Álex Ubago.
-Pues si no quieres que suenen instrumentos va a ser imposible...
-Mira a ver sonidos relajantes. De lluvia por ejemplo.
-¿Pero no decías que eso les iba a dar ganas de hacer pis?
-No hombre, una cosa es un chorro y otra gotas de lluvia.
-Bueno, bueno... a ver esto.
-¿Eso son truenos? ¿Pero quién coño se relaja oyendo truenos?
-Pues la gente.
-Lo que les faltaba a las niñas. Se asustan con el ruido de la cisterna, como para que les truene en el dormitorio. Busca lluvia sin truenos a ver si hay.
-Sí que hay. ¿Así vale?
-Joder, ¿pero qué tormenta es esa?
-No hay truenos.
-Pero cae muy fuerte...
-Al final las ponemos al lado de la lavadora y acabamos antes.
-Pues oye, no has dicho ninguna tontería.
-¿Qué?
-El otro día se estaban amodorrando y yo creo que era por el ruido del extractor. Pero claro, no las podemos tener ahí en la cocina y con el extractor encendido de noche.
-Pues más bien no.
-Busca a ver si hay sonidos de extractor.
-¿Aquí en youtube?
-Sí.
-¿Pero cómo entiendes que alguien va a subir el ruido del extractor a youtube?
-Tú búscalo.
-Madre mía...
-¿Hay?
-... varios además...
-¡Qué bien! ¿A ti cuál te mola más?
-... ...
-Yo creo que el segundo es el menos agresivo, ¿no?
-Madre mía, ¿cómo hemos pasado de Mozart a esto?
-¿No decías que querías mirar sonidos de lavadora? Pues busca, que seguro que también hay.
-Estaba de coña, Beatriz.
-Pues yo no, es justo lo que estaba buscando. Sonidos neutros y constantes. No hay guitarras, ni truenos, ni nada que cambie el ritmo. Y además amortigua cualquier ruido de la calle.
-¿Pero lo dices en serio?
-Y tan en serio. Descárgate el sonido del extractor que lo meto en el móvil y se lo pongo esta noche, a ver qué pasa.
-... ...
-No pongas esa cara, si no funciona probamos con el de la lavadora.

Y durmieron tan plácidamente.

¿Conclusión de esta historia? No importa lo descabellada que parezca una idea, piensa que antes que tú otro la ha pensado antes y la ha subido a youtube.

lunes, 9 de enero de 2017

CAPÍTULO 27. LAS SUPERNENAS CONTRA EL REY BALTASAR

-Por favor, comportaros como unas verdaderas señoritas delante de esa gente.
-Haremos lo que podamos, mamá, pero no sé lo que resultará.

"Historias de Filadelfia" George Cukor

 Hay que ver cómo pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando escribía lo mucho que me pesaba la panza y han pasado ya ocho meses desde que Angie, Lili y Jackie vinieron al mundo.

Para ellas todo avanza con normalidad, haciendo frente a los desafíos que les presenta la vida a las mujeres de su edad. Ya tienen controlado el peso de sus cabezas para no caerse mientras están sentadas y dominan perfectamente el arte del aplauso y el gorgojeo. Todavía no han empezado a gatear, pero se desplazan por el suelo reptando como si avanzasen por una trinchera y esperamos que cualquier día de estos digan su primera palabra.
Hay muchas apuestas sobre quién será la primera en hablar, aunque todos estamos de acuerdo en que, sea quien sea, su primera palabra será "Auxilio".

Llegamos a esa conclusión durante estas fiestas. Es muy difícil transmitir a un bebé lo que significa la Navidad. Hay regalos y ambiente festivo, claro, pero para ellas eso no es nada fuera de lo normal, y hasta los villancicos tienen un tonillo similar al de sus canciones infantiles. ¿De qué manera podíamos distinguir estas fechas de su día a día habitual? Bueno, por mucho regalo y mucha fiesta que vivan a diario existen varios personajes que sólo se ven durante esta época del año. Efectivamente, me refiero a Papá Noel y los Reyes Magos.

Uno de los mayores temores que tiene cualquier padre es que su hijo se vea inmerso en una situación que lo traumatice de por vida. Además, los bebés son especialmente sensibles, no comprenden el mundo que les rodea y se pueden sentir amenazados por cualquier elemento desconocido.

¿Por qué entonces seguimos exponiendo a los niños pequeños a semejante tortura?





¿Venganza? ¿Espíritu navideño? No, la respuesta es más simple. Lo que nos impulsa a hacer esto es la fuerza que mueve el mundo, lo que nos empuja a actuar en el 90% de las ocasiones: la estupidez. La estupidez de pensar que, pese a que todo indica lo contrario, los niños lo van a pasar bien en brazos de unos desconocidos disfrazados.

Joder, tampoco es imposible. Hay niños (1 de cada 10, supongo) que realmente disfrutan el momento. Y esa curiosidad por saber si tu hijo es uno de los elegidos te acaba por dar el empujón necesario para dejar a tu hijo en manos extrañas.

Cuando finalmente se confirman tus peores sospechas lo habitual es sonreír con piedad y consolar al menor confiando en que la experiencia no le deje secuelas (y la foto no haya salido movida). Pero también puede ocurrir que tus bebés te abochornen, como fue mi caso.

Ya me he enrollado mucho, así que no invertiré mucho tiempo en describir el escenario. Podéis imaginarlo, un centro comercial, sus Majestades sentados en sus tronos y una fila de madres, padres, abuelos y niños esperando turno para la foto. Todos hemos estado en un sitio así alguna vez.

Al ser tres, tenemos que esperar a que todos los reyes se queden libres. Al fin llega nuestro turno. Angie con Melchor, Jackie con Gaspar y Lili con Baltasar. Pero a Lili no le gusta Baltasar y empieza a llorar. Cambiamos a Lili de rey, pero tampoco funciona. Sigue llorando y a Jackie tampoco le gusta Baltasar. Angie es la única que no está llorando. Parece tranquila en manos de Melchor ¿pero la dejamos en paz? No, movidos por esa mezcla de curiosidad y estupidez la ponemos con Baltasar, convirtiéndose también en un mar de lágrimas.

Todas mis hijas se han puesto a llorar con el rey mago negro. Cientos de chistes y comentarios sobre racismo son reprimidos por la multitud debido a que el hombre es negro de verdad.

Este hecho por sí sólo no bastaría para abochornarme, es una anécdota graciosa sin más. El oprobio vino cuando al recogerlas de sus brazos Lili y Jackie engancharon las barbas de Melchor y Gaspar, descubriendo la farsa a todos los niños que seguían haciendo cola. Curiosamente Baltasar fue el mejor parado, probablemente porque su barba era auténtica. Tardamos un poco en quitarle a Lili la barba del rey Gaspar, que tal y como parecía por su voz, no tenía ni treinta años.

¿Qué secuelas podemos esperar de este episodio? No podremos valorarlo hasta que le pongamos a las niñas una peli de Eddie Murphy y contemplemos su reacción, pero creemos que aún es demasiado pronto.

De momento mi padre se ha afeitado la barba.